9:15 suena el despertador. Hemos quedado a las 9:30 en el lobby del hotel para hacer algo de turismo por Dubái. Rápidamente me ducho, me visto, pongo una lavadora y bajo para juntarme con el resto del equipo.
Para cuando bajo ya está la mayor parte del equipo y las caras son bastante largas. Están hablando en alemán, así que pacientemente escucho tratando de entender lo máximo posible de la conversación. Me da la sensación de que están hablando de vuelos, covid, tests PCR… cuando medio acaban les pregunto a ver que está pasando.
Dos positivos. El dueño del equipo y el mecánico de las ruedas. Parece que no hemos conseguido contener el virus y está campando a sus anchas por el equipo. Hay algo de nerviosismo porque para entrar en Abu Dhabi, donde tenemos la carrera la semana que viene piden una PCR negativa.
Está lloviendo y todos estamos bastante cansados, así que nadie hace el esfuerzo de proponer un plan o tratar de movernos a otro sitio. Desayunamos en la terraza del hotel, seguimos charlando y tras un largo debate la mayoría tenemos tomada nuestra decisión. Además de por respeto al resto de equipos, ninguno está dispuesto a correr el riesgo de dar positivo (que es bastante probable teniendo en cuenta la situación) y tener que pasar una cuarentena de 14 días en Dubái. Por lo tanto, adelantamos nuestros vuelos y nos volvemos para casa sin tener que hacernos un PCR.
Al día siguiente ya en casa, tres de mis pilotos me dicen que también han dado positivo en el test que se han hecho al regresar a su país.